Composición:
Usado en tratamiento:
Revisión médica por Fedorchenko Olga Valeryevna Última actualización de farmacia el 26.06.2023

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Antamina
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El jarabe de fumarato de Antamina está indicado para el alivio de los síntomas asociados con la rinitis alérgica, como estornudos, rinorrea, prurito y lagrimeo. El jarabe de fumarato de Antamina está indicado para su uso en poblaciones pediátricas (de 6 a 12 años de edad) y adultos (Ver POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN).
Debe tenerse en cuenta que la Antamina está indicada para el alivio de las manifestaciones cutáneas alérgicas leves sin complicaciones de urticaria y angioedema solo a nivel de dosis de 2 mg.
LA DOSIS DEBE SER INDIVIDUALIZADA DE ACUERDO A LAS NECESIDADES Y RESPUESTA DEL PACIENTE.
Pediatría
Adultos y niños mayores de 12 años
Para los síntomas de la rinitis alérgica - La dosis inicial es de 2 cucharaditas (1 mgantamina) dos veces al día. La dosis puede aumentarse según sea necesario, pero no debe exceder las 12 cucharaditas diarias (6 mg de Antamina).
Para la Urticaria y el Angioedema - La dosis inicial es de 4 cucharaditas (2 mg de Antamina) dos veces al día, sin exceder de 12 cucharaditas al día (6 mg de Antamina).
Los antihistamínicos están contraindicados en pacientes hipersensibles al fármaco o a otros antihistamínicos de estructura química similar (ver PRECUCIONES: INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS).
Los antihistamínicos no deben usarse en recién nacidos o prematuros. Debido al mayor riesgo de antihistamínicos para los bebés en general y para los recién nacidos y prematuros en particular, la terapia con antihistamínicos está contraindicada en las madres lactantes (ver Precauciones-madres lactantes).
ADVERTENCIA
Los antihistamínicos deben utilizarse con considerable precaución en pacientes con: glaucoma de ángulo estrecho, úlcera péptica estenosante, obstrucción piloroduodenal, hipertrofia prostática sintomática y obstrucción del cuello de la vejiga.
Uso con depresores del SNC
La Antamina tiene efectos aditivos con el alcohol y otros depresores del SNC(hipnóticos, sedantes, tranquilizantes, etc.).
Uso en actividades que requieren agudeza Mental
Se debe advertir a los pacientes sobre la participación en actividades que requieren alerta mental, como conducir un automóvil o manejar electrodomésticos, maquinaria, etc.
Uso en pacientes de edad avanzada (aproximadamente 60 años o más)
Los antihistamínicos son más propensos a causar mareos, sedación e hipotensión en pacientes de edad avanzada.
PRECAUCIONES
General
El fumarato de Antamina debe utilizarse con precaución en pacientes con: antecedentes de asma bronquial, aumento de la presión intraocular, hipertiroidismo,enfermedad cardiovascular e hipertensión.
CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, alteración de la fertilidad
Embarazo
Efectos Teratogénicos
Madres Lactantes
Aunque no se han reportado determinaciones cuantitativas de medicamentos antihistamínicos en la leche materna, las pruebas cualitativas han documentado la excreción de difenhidramina, pirilamina y tripelennamina en la leche humana.
Debido a la posibilidad de reacciones adversas a los antihistamínicos en lactantes, se debe tomar una decisión sobre si interrumpir la lactancia o interrumpir el medicamento.
Uso Pediátrico
Se ha confirmado la seguridad y eficacia del jarabe de fumarato de Antamina en la población pediátrica (de 6 a 12 años de edad). Los estudios de seguridad y tolerancia a la dosis confirmaron que los pacientes pediátricos de 6 a 11 años toleraron rangos de dosis de 0,75 a 2,25 mg de Antamina. En pacientes pediátricos particularmente, los antihistamínicos En sobredosis pueden producir alucinaciones, convulsiones y muerte. Los síntomas de toxicidad por antihistamínicos en pacientes pediátricos pueden incluir pupilas dilatadas fijas, cara enrojecida, boca seca, fiebre, excitación, alucinaciones, ataxia, incoordinación, atetosis, convulsiones tónico-clónicas y depresión postictal (ver Sobredosis).
CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, alteración de la fertilidad
Embarazo
Efectos Teratogénicos
Madres Lactantes
Aunque no se han reportado determinaciones cuantitativas de medicamentos antihistamínicos en la leche materna, las pruebas cualitativas han documentado la excreción de difenhidramina, pirilamina y tripelennamina en la leche humana.
Debido a la posibilidad de reacciones adversas a los antihistamínicos en lactantes, se debe tomar una decisión sobre si interrumpir la lactancia o interrumpir el medicamento.
Uso Pediátrico
Se ha confirmado la seguridad y eficacia del jarabe de fumarato de Antamina en la población pediátrica (de 6 a 12 años de edad). Los estudios de seguridad y tolerancia a la dosis confirmaron que los pacientes pediátricos de 6 a 11 años toleraron rangos de dosis de 0,75 a 2,25 mg de Antamina. En pacientes pediátricos particularmente, los antihistamínicos En sobredosis pueden producir alucinaciones, convulsiones y muerte. Los síntomas de toxicidad por antihistamínicos en pacientes pediátricos pueden incluir pupilas dilatadas fijas, cara enrojecida, boca seca, fiebre, excitación, alucinaciones, ataxia, incoordinación, atetosis, convulsiones tónico-clónicas y depresión postictal (ver Sobredosis).
Las reacciones adversas más frecuentes aparecen en cursiva:
Sistema Nervioso
Sedación, somnolencia, mareos, coordinación alterada, fatiga, confusión, inquietud, excitación, nerviosismo, temblor, irritabilidad, insomnio, euforia, parestesia, visión borrosa, diplopía, vértigo, tinnitus, laberintitis aguda, histeria, neuritis, convulsiones.
Sistema Gastrointestinal
Angustia epigástrica, anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento.
Sistema Respiratorio
Engrosamiento de las secreciones bronquiales, opresión en el pecho y sibilancias, congestión nasal.
Sistema Cardiovascular
Hipotensión, dolor de cabeza, palpitaciones, taquicardia, extrasístoles.
Sistema Hematológico
Anemia hemolítica, trombocitopenia, agranulocitosis.
Sistema Genitourinario
Frecuencia urinaria, dificultad para orinar, retención urinaria, menstruación temprana.
General
Urticaria, erupción medicamentosa, shock anafiláctico, fotosensibilidad, transpiración excesiva, escalofríos, sequedad de boca, nariz y garganta.
Las reacciones de sobredosis de antihistamínicos pueden variar desde la depresión del sistema nervioso central hasta la estimulación. En los niños, la estimulación predomina inicialmente en un síndrome que puede incluir excliente, alucinaciones, ataxia, incoordinación, espasmos musculares, atetosis, hipertermia, cianosis convulsiones, temblores e hiperreflexia seguida de depresión postictal y paro cardiorrespiratorio. Las convulsiones en niños pueden estar precedidas por depresión leve. Boca seca, pupilas dilatadas fijas, enrojecimiento de la cara y fiebre son comunes. En los adultos, la depresión del SNC, que va desde la somnolencia hasta el coma, es más común. La dosis convulsiva de antihistamínicos se encuentra cerca de la dosis letal. Las convulsiones indican un mal pronóstico
Tanto en niños como en adultos, puede producirse coma y colapso cardiovascular. Las muertes se notifican especialmente en lactantes y niños.
No existe una terapia específica para la sobredosis aguda con antihistamínicos. El período latente desde la ingestión hasta la aparición de efectos tóxicos es característicamente corto (1/2-2 horas). Las medidas generales sintomáticas y de soporte deben instaurarse rápidamente y mantenerse durante el tiempo que sea necesario.
Dado que las sobredosis de otras clases de medicamentos (es decir, antidepresivos tricíclicos) también pueden presentar sintomatología anticolinérgica, se debe realizar un análisis toxicológico adecuado lo antes posible para identificar el agente causal.
En el paciente consciente, se debe inducir el vómito aunque pueda haber ocurrido espontáneamente. Si no se puede inducir el vómito, está indicado el lavado gástrico. Se deben tomar las precauciones adecuadas para proteger contra la aspiración, especialmente en lactantes y niños. Después del vómito o del lavado, se debe introducir en el estómago una mezcla de carbón vegetal u otros agentes adecuados. Los catárticos salinos o la leche de magnesia pueden ser de beneficio adicional.
En el paciente inconsciente, se debe asegurar la vía aérea con un tubo endotraqueal esposado antes de intentar evacuar los tramos gástricos. Está indicado el cuidado intensivo de apoyo y enfermería, como para cualquier paciente comatoso.
Si la respiración se ve afectada significativamente, el mantenimiento de una vía aérea adecuada y el soporte mecánico de la respiración son los medios más efectivos para proporcionar una oxigenación adecuada.
La hipotensión es un signo temprano de colapso cardiovascular inminente y debe tratarse vigorosamente. Aunque son importantes las medidas generales de soporte, puede ser necesario un tratamiento específico con perfusión intravenosa de un vasopresor ajustado para mantener la presión arterial adecuada.
No usar con estimulantes del SNC.
Las convulsiones deben controlarse mediante la administración cuidadosa de diazepam o un barbitúrico de acción corta, repetido según sea necesario. Fisostigmina también puede considerarse para su uso en el control de convulsiones mediadas centralmente.
Las compresas de hielo y los baños de esponja refrigerantes, no el alcohol, pueden ayudar a reducir la fiebre que se observa comúnmente en los niños. Una revisión más detallada de la toxicología de antihistamínicos y el manejo de sobredosis está disponible en Gosselin, R. E., et. al., "Clinical Toxicology of Commercial Products."
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